El equipo marplatense sacó ventaja mínima como local de Racing gracias al gol de Diego Martínez. Roselli y Matías Gómez se destacaron en un partido sin grandes lucimientos. La serie se resolverá el próximo domingo en Olavarría.
Por Juan Miguel Alvarez
Kimberley ganó bien. Porque generó más situaciones y concretó una linda jugada. Tuvo algunas chances más, pero se conformó con la ventaja mínima, 1 a 0 ante Racing de Olavarría, en el partido de ida de la serie semifinal de la Región Pampeana Sur del Torneo Regional Amateur de fútbol. Así, todo quedó abierto para la resolución el próximo domingo en el “Buglione Martinese”.
La medida era alta para el equipo de Mariano Mignini. Y la superó, sin grandes luces. Pero con mucho orden, la sapiencia de Nahuel Roselli, el atrevimiento de Matías Gómez y la vigencia goleadora de Diego Martínez.
Racing mostró que tiene con qué. Pero, en el “José Alberto Valle”, sus buenas intenciones quedaron en eso. Porque de mitad de cancha para arriba estuvo inconexo.
Kimberley construyó menos, pero pisó más el área rival. Le faltó quizá mayor ambición para ir por una diferencia superior.
Racing “mostró los dientes” en el tramo inicial, con presión para recuperar rápido la pelota. No encontró el pase filtrado interno y mucho menos a su faro, Tarasco. Lo mejor ocurrió con la sociedad Mujica-Fernández por derecha. Juárez, por el otro costado, pesó muy poco.
A Kimberley no le sobró juego, pero contó con un Roselli que “se comió” el medio y un Matías Gómez que se hizo cargo en ataque. El “10” metió un muy buen pase en la jugada del gol, marcado a los 25′ tras un centro de Tomás Loscalso y un cabezazo letal de Diego Martínez.
El local se agrandó con la ventaja. Ganó seguido las “segundas pelotas” luego de los lanzamientos largos generalmente rechazados por los centrales rivales: buen trabajo de Franco Aguirre. “Monito” Gómez le dio trabajo al arquero con una media vuelta, Diego Martínez casi convierte “de casualidad” en una jugada de pelota quieta y Marco Miori resolvió bien tras una cesión de Iriarte pero también se topó con Matos.
Kimberley llegó nuevamente antes del minuto del complemento. Pero después se apagó por un largo rato, ya con menor participación del “Monito” Gómez.
Racing, con viento en contra, cambios que no lo mejoraron y cada vez más bronca por las decisiones arbitrales, careció de lucidez para quebrar el orden local.
El albiverde tampoco rompió el molde. Pero, entre los 38′ y 40′, tuvo tres chances seguidas: una tras una pared entre Iriarte y Martínez, otra luego de una linda maniobra de Ullúa (remató apenas alto) y la última vía aérea con el siempre bien ubicado Diego Martínez (no giró la cabeza en su impacto dentro del área chica).
Racing, que en la primera etapa había generado peligro apenas con un remate lejano de Juárez que bajó de golpe y pegó en el travesaño, recién inquietó sobre el final mediante una réplica que definió mal Garabento.
El árbitro Carlos Salinas, bajo la lupa, dirigió mal (cobró algunas faltas imperceptibles para el local e increíblemente no amonestó a Roselli), pero no tuvo fallos determinantes para el resultado final. De hecho, no otorgó dos penales pedidos por Kimberley por supuestas manos ( si fueron, parecieron no sancionables).
En definitiva, el equipo marplatense ganó bien y ahora deberá hacerse fuerte en Olavarría. Allí se definirá la historia.